Mi ordeñador

sigue en manos de la matriz. Me han dicho que creen, les parece, podría ser, que cambiándole el teclado funcione, así que me he lanzado a la piscina y les he dicho que sí, que lo cambien, que total, por tres semanas y casi 200 euros... será por dinero!! será por tiempo!! en fin, ellos no tienen la culpa pero joder¡¡ se forran a costa mía.
Menos mal que el portátil me costó en su día sólo 150 euros que si no, ya lo había dejado por imposible. Nota: te tienen que querer mucho, mucho para regalarte un ordeñador o sentirse muy culpables por no quererte y seguir contigo (otro día os cuento cuál de los dos fue mi caso).

La tecnología y el agua no se llevan bien

Como tengo manos de árbol y (como la Carmentxu se encarga de recordarme desde que tengo uso de razón) soy más bruta que un arado americano (nunca supe porqué tenía que ser específicamente americano) el otro día se me cayó algo de agua encima del portátil y ahora ando de indigente en el de Juana. Un hurra a Juana por ser tan, tan cutilla y prestármelo!!! agradecida y emocionada me hallo. Recibiréis noticias del pequeño Toshiba cuando las tenga...